Historia

Se presenta en consulta “Cacho”, un precioso Husky siberiano de 3 años de edad. Hace una hora le ha dado un ataque en el que se ha puesto rígido, le ha salido espuma por la boca, se ha defecado y orinado encima, y ha tenido pedaleos.

Cacho en consulta se presenta desorientado y no acaba de reconocer muy bien a los propietarios.

A la exploración general, no se encuentra ninguna anomalía, y está correctamente vacunado y desparasitado.

A la exploración neurológica, presenta varios déficits neurológicos periféricos, con disminución de la propiocepción, y centrales, como disminución del reflejo de amenaza y palpebral.

Procedimiento

Se continúa con un urianálisis, radiografía de tórax y ecografía de abdomen, buscando alguna masa, el estado del corazón, y resto de órganos internos como las adrenales, hígado o riñones, que en este caso nuevamente se obtiene todo correcto.

Aquí ya hay que pasar pruebas más específicas, como ácidos biliares para comprobar funcionamiento exacto del hígado y hormonas tiroideas, que también salen bien en Cacho.

Finalmente, realizamos una resonancia magnética del cráneo, donde nuevamente no se observa ninguna alteración, por lo que se concluye en que se trata de una epilepsia idiopática, es decir, genética, que al ser por ahora muy aisladas las convulsiones unas de otras, no se inicia tratamiento diario, pero lo esperable es que con el tiempo aumenten la frecuencia, y se requiera tratamiento vía oral diario de por vida con anticonvulsivantes, y controles hepáticos, ya que estos se metabolizan por el hígado.